Decían que estas raras
piedras se encontraban donde florecen los espejismos, en las entrañas del
desierto donde las arenas se convierten en llamas; En mínimos oasis inhabitados
dentro de madrigueras de conejos que nunca existieron. Son perlas de obsidiana
de naturaleza incierta, las más buscadas para ensortijar anillos de pudientes
jeques, pues los dibujos que aparecen sobre su superficie de mármol negro
varían con el paso del tiempo, a veces los diseños son fugaces, a veces duran
décadas y su variedad es asombrosa: Remolinos color mar, huellas de cráteres de
una luna, ramas de un bosque que florece, todo puede suceder en su pequeño diametro. Es por eso que son las más buscadas y las mejor protegidas, sin
embargo así como las encontradas se fueron perdiendo, las buscadas se dejaron
de encontrar y finalmente se convirtieron en una leyenda que como todas se
escondió en el tiempo.
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