12/19/2012

Mi regalo favorito




De todos los regalos que alguna vez recibí. El que más atesoro y mas quiero es uno que no puedo tocar, es una historia que nace de una frase, una frase que alguna vez regale, que fue como una especie de confesión desesperada, de planteo de términos o mejor dicho... Un toque de retirada. Fue increíble que aquella frase se pueda haber transformado en algo tan bello y tan exquisito. Cuando lo leí me di cuenta que por primera vez, alguien pudo ver en mi, más profundo de lo que yo mismo me pude mirar. "Es imprescindible dejarte libre" Le dije mientras caminaba, escapándome hacia la puerta de salida.
Y esto es lo que me regalo:

Quisiera perderme años atrás

"Es imprescindible dejarte libre" le dijo.
Y se levantó,
dejando que las sábanas copiaran sus movimientos detrás de él.
Caminó,
algo vulnerable todavía,
tratando de esquivar las sombras que proyectaba su estupidez.
Terminó de incorporar su cuerpo desnudo,
pero volvió a agacharse,
algo resignado,
a buscar debajo de la cama sus zapatos de cordones cortos.
Descolgó de una vieja silla olvidada en la esquina del cuarto su gorra de lana azul electrico,
se calzó sus enormes anteojos de marco grueso
y al fin la miró.
En ese momento, ambos supieron que no podían verse,
tan solo mirarse por unos breves y espesos segundos.
Una exhalación profunda de su boca se encargó de marcar el tiempo.
Era resignación, sin duda alguna.

Ella no sintió nada, salvo algo de frío en los pies.

Él se fue, tomando su maletín gastado en las puntas, él se fue.
Y ella no pudo mirarlo nunca más.





Todos desean una Musa



Tardíamente y como todos he aprendido que la única moneda que aceptan las musas es la de sangre; Sangre, piel, carne y huesos, a cambio de sus exclusivos servicios. También aprendí que es imposible tratar de olvidarlas, el solo hecho de intentarlo potencia mas su efecto, la balanza se inclina aun mas, toda maniobra empeora las cosas, es tan inútil cualquier intento, como fútil la inacción, y a medida que baja el plato, la deuda empieza a ser lentamente letal.

Todos sabemos que a las hadas no les gusta ser atrapadas, que son imposibles de domesticar, que no desean ningún dueño. Todos sabemos lo feroces que pueden ser cuando se ven acorraladas. Celosas, ciclotímicas e infantiles las hadas albergan tanto poder en envases tan inestables como atractivos y envíciantes, como la peor droga. Siempre estarán dispuestas a inspirar al más atontado, hacerlo soñar, crear y amar.. Pero Como Shylock cobraran su precio despiadadamente sin misericordia y casi sin conciencia. Esto sucede en realidad por qué no son ellas las sedientas de cobrar.. Si no nosotros los obligados a pagarles

Todos desean una musa, hasta que conocen el precio a pagar. Pero a esta altura ya es demasiado tarde. Esa libra cercana al corazón de mutilamiento irrenunciable es un pago muy difícil de hacer, pero imposible de renunciar. Cuanto más tira uno para liberarse más fuerte ajusta la trampa, más baja el plato de la balanza y más nos alejamos de la salida.

Acá esta lo que pague con mi libra de carne. Espero que haya valido la pena.