1/13/2013

Reality




-¡Acepta la realidad! - me dijo…

¿Qué es aceptar la realidad? ¿Aceptar que mis decisiones me formaron tal cual soy? ¿O aceptar que también tengo el poder de deshacer todo lo que soy? ¿La realidad es un conjunto de pasados que como maderos generan el andamio donde estoy parado? ¿O la aceptación de la libertad de poder escribir mi futuro como me plazca?

La definición de realidad es tan ambigua como la definición del amor mismo. Que es la realidad… es algo tan duro como una historia escrita en la piedra o un elemento liberador como un martillo capaz de romper esa leyenda. La realidad a simple vista parecería ser el conjunto de cosas que nos atan a ser como somos… pero si lo pensamos un poco más, si miramos mas fijamente a esas cadenas que nosotros mismos nos imponemos, nos podemos dar cuenta de la falsedad que las constituye, lo etéreas que son. A ellas les damos el control, el timón de nuestras vidas; Son la inercia que nos sugiere un camino. Pero todo eso es mentira. La realidad es que tenemos el control. Lo cedemos por temor

¿Y por qué desmerecer las otras realidades? Acaso no son una de las pocas cosas buenas que nos regalo la globalización con sus conexiones a la velocidad de la luz y sus cada vez más poblados y complejos mundos virtuales, desde un video juego en red, hasta el complejo mundo social de las redes personales como el Facebook  o Twitter, todos ellos tienen reglas y normas y en ellos habitan una parte de nosotros creada a gusto del propietario amoldándose a las reglas constitutivas de cada pseudo realidad.

Quizá la definición de la realidad ha de ser tan compleja por haber tantas realidades anidadas unas dentro de las otras no somos siempre los mismos, no actuamos siempre igual, como una mamuska de moebius tejemos realidades dentro de realidades y mundos dentro de mundos, por fuera de ellos y volviendo a entrar.

Hay realidades que uno no puede evadir, que están siempre presentes, cada vez que apagamos la compu, que salimos de un recital, después de despedir a un amigo. Esa realidad inexorable que patea nuestra puerta todo el tiempo irrenunciable y principal. Las otras realidades son esas desmerecidas y  tangentes a la principal, que pueden durar solamente algunas horas. Que pueden existir en ambientes muy controlados son minimizadas por todos.. “Solo son una ilusión” “No es la realidad”
Pero hay  algo que tienen de diferente esas realidades con “la realidad” y es que uno las escoge, escoge su lugar, sus reglas, sus valores. Es por eso que no creo que haya que desprestigiarlas y tirarlas al cajón de “Realidades de segunda”

Pero hay algo que ata a todas estas realidades. Hay algo que todas tienen en común, el sujeto que creamos, la parte de nosotros que elegimos para interactuar con cada realidad, tiene dentro suyo el poder de la libertad. Las reglas cambian, los mundos cambian, los personajes cambian, pero aunque no tengamos el control de estos mundos, tenemos la libertad de acción y esa es un arma muy importante. Es la herramienta que nos permite detener la inercia. Y sin inercia puedes cambiar la realidad, transfórmalas íntegramente e incluso destruirlas en un santiamén.

Uno de los peores temores del hombre es la incertidumbre. La duda es una tortura que no pierde intensidad con el tiempo. La humanidad es la búsqueda de las respuestas pero la duda no juega el papel de incentivo sino de castigo al cual queremos escapar. No avanzamos atraídos por la iluminación del conocimiento. Simplemente estamos escapando de la oscuridad de la ignorancia. Clara evidencia es la creación de dioses y santos… explicaciones mitológicas hacia los fenómenos naturales. La persecución frenética por la disipación de la duda es un arma de doble filo, puede llevar al el hombre al descubrimiento o arrastrarlo a las mas tontas creencias que llenen el vacio de una falta de explicación, la realidad nos demuestra que la explicación no tiene puede o no carecer de sentido común o peso científico, solo es suficiente con que llene el espacio que deja la duda y es por eso que el hombre se la pasa inventando mentiras para evadir la irrenunciable verdad. Crea pronósticos del tiempo estadísticas de futbol, métodos para ganar la quíñela. Hasta a el fin del mundo le puso fecha este inescrupuloso mamífero, esa irrenunciable verdad que pregona que nunca tendremos todas las respuestas, nunca sabremos todas las variables y nunca pronosticaremos la hora siguiente. 

Nuestra propia naturaleza exige respuestas a preguntas que no tienen ni siquiera sentido práctico “¿Cómo comenzó el universo?""¿Quien fue primero… el huevo o la gallina?".. pointless … y mientras tanto la inercia de la realidad nos hace dar la espalda a nuestra infinita libertad.
Preferiría vivir aceptando la incertidumbre de la realidad pero sabiendo que soy libre dentro de ella...