7/05/2013

La Chica De la Raqueta (TDE)




-Ahí esta!. Me susurro Lucho al oído, según lo que me habían contado era la chica más linda de toda la escuela y no se habían equivocado. Esquivando las miradas curiosas de toda la población escolar ella se movía entre una corte de otras chicas que no hacían más que resaltar su belleza, actuaba como si no supiese que todos la deseaban, no salía de ella ni una gota de arrogancia, llevaba su hermosura con inocencia lo cual por su puesto la hacía más bella. 

Los ataques de las hordas no tardaron en llegar y al sonido la primera campanada del recreo ya tenía 15 pretendientes. De su habilidad por deshacerse de ellos nació su apodo permanente:”la  chica de la raqueta” todos los recreos y salidas se armaba un nuevo match, por un lado una máquina automática de escupir niños cual pelotitas de tenis y por el otro ella, de vincha y pollerita al mejor estilo Navratilova devolviéndolos al otro lado del patio, pelotitas nuevas, grandes, amarillas, rosadas, de goma, de ping pong, cuadradas y hasta incluso algunas desubicadas de rugby eran devueltas al otro lado de la cancha solemnemente, Mi amigo y yo mirando todo desde el balcón de arriba, yo… Secretamente resignado de antemano.

Un giño morboso del destino, como casi todo ellos, decidió que de la persona de la que se iba a enamorar esta niña era de un compañero de mi curso, un tipo común… demasiado común. Lo cual todavía daba más bronca a la muchachada. 

-Justo de ese gil... Decía Fede, el más fachero del curso, mirando al tipo con un odio inexpugnable.
-¿Justo de ese gil?- pensaba yo- ¿por qué no se hacía cargo de su belleza?.. después de kilos y kilos de evidencia a favor porque no se comportaba con la insolencia y pedantería que su ser le permitía?. Enamorarse de un pibe común llenaba de rabia a los facheros, le daba esperanzas a los mediocres en los cuales estaba yo obviamente incluido.

Resulto que su enamorado además de ser un pibe común resulto ser bastante cobarde, seguramente no se animo a hablarle por el tendal de muertos que dejaba en su camino todos los días. Fue pasando el tiempo y las declaraciones de amor hacia ella iban cesando, poco a poco ya nadie se le arrimaba, sus amigas la dejaban sola,  sus amigos no resistían su dulzura y  trataban de saltar el abismo que separaba su amistad y su corazón, obviamente sin éxito.

De a poco las miradas cambiaron, ya no la veíamos como objetivo a perseguir ya la dábamos por perdida, todos la empezaron a dar por perdida, los chicos empezaron a salir con otras chicas no tan lindas pero infinitamente más posibles y ella se fue quedando sola. Ahora entendíamos por qué no actuaba con altanería, para ella no había nada de lo que estar orgullosa, su belleza alejaba a la gente en vez de acercarla, estaba tan maldita como Casandra. Su mejor arma disparaba por la culata.

 Tan linda como ninguna, tan sola como ninguna.




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